El mezclador de cintas resulta necesario en procesos de mezcla con exigencias elevadas de uniformidad en materiales como polvos, masas, granos, detergentes, pigmentos y más para la manufactura de productos muy variados como alimentos para animales y mascotas, farmacéuticos y químicos.
El equipo está diseñado principalmente para mezclar materiales secos y secos, o secos y líquidos, especialmente para los ungüentos o materiales de alta viscosidad, por ejemplo, polvos cerámicos, pinturas de piedra, polvos metálicos, etc.
Las industrias que más utilizan este mezclador son las de alimentación y bebidas -como galletas, repostería, especias, pastas de azúcares, mezclas de panadería, leche en polvo-, cosméticos y cuidado diario -como cremas, jabones, detergentes líquidos y en polvo-, químicos - adhesivos, cerámicas, recubrimientos, desinfectantes, fibra de vidrio, cal y cemento, pastas de PVC, soluciones de caucho, selladores, tintes e intermediarios, fertilizantes-.
Este equipo es adecuado para mezclar materiales de alta viscosidad, y es aplicable ampliamente en industrias de pintura, masilla, mortero, pesticida, gel plástico, alimentos no triturados -granos enteros- y más. También es ideal para la mezcla íntima de sólidos secos, pulverulentos gruesos y granulados.
El tiempo de mezclado depende de la viscosidad de los materiales, de la gravedad específica, grado de los polvos y otros factores situacionales como la humedad, explosividad, temperatura, etc., pero se puede estimar un promedio entre 8 a 20 minutos de mezclado efectivo.
El autor, Teodoro Kresisch (Buenos Aires, 1953), es ingeniero mecánico egresado en Argentina. Ha trabajado en diferentes países donde ha logrado reconocimientos internacionales, como Investigador Científico, en 2002. Con más de treinta años de experiencia profesional y una patente de invención, diseña y proyecta equipos y maquinarias específicas de mezclado y triturado para diferentes ámbitos, desde procesos de alimentos hasta minería.